Los Limites de la Política

No hay límites a-priori eternos e inmutables en la política; si alguien fija los limites es la sociedad que legitima y abona con su aceptación la practica política que reina y nos gobierna. El límite es la sociedad en su conjunto, y su aval popular: toda sociedad se sostiene y sostiene el régimen imperante por esa afirmación explicita o implícita al gobierno de turno sea este una democracia asambleísta o un totalitarismo puro y crudo.

Entonces los limites al estar trazados en la sociedad,están trazados en las subjetividades de esa sociedad, el conjunto de identificaciones que se producen con tal o cual ideología; el Kirchnerismo ha logrado en tiempos de hartazgo y vaciamiento de la política una identificación con el movimiento: surgió un rebrote de la política con Kirchner, particularmente con el choque entre Clarín y el gobierno, este re-brote necesita de un suelo fértil sobre el cual crecer y prosperar, es cierto; pero también necesita alguien que cuide ese suelo y lo haga florecer.

Este nuevo convulsionamiento y resurgimiento de la política se dio/se da gracias al choque entre Clarín y el Gobierno, esto no es casual: en la dinámica de la confrontación de los discursos de ambos se choca y se trazan la producción de nuevas subjetividades(el discurso oficial acompañado de muchos intelectuales, sean periodistas o no, que ramifican complejizan y enriquecen los puntos de vista gracias al debate constante y el refinamiento permanente gracias a la negatividad de la critica) o el mantenimiento de muchas subjetividades reaccionarias que resisten una y otra vez de forma feroz cualquier (pequeño o grande, da igual) progreso que este gobierno o cualquier otro que venga, quiera dar(Clarín, La Nación, La Voz del Interior, La Gaceta, El Tribuno, etc.)

En términos de Gramsci: lo que trata el Kirchnerismo es de imponer una contra-hegemonía que haga frente y combata a la hegemonía que cada vez esta mas erosionada;pero no por lo absurdo de sus planteos, sino por el conflicto de las interpretaciones(solo cuando surge una “2º interpretación de la realidad” -o mas de 2,pero es necesario, por lo menos, una alternativa- podemos desviar la mirada de lo que nosotros creíamos como la “verdad única” y atravesar la realidad con otra mirada para ver cual de las interpretaciones e cuadra mas con lo que creemos correcto)que permanentemente muestra el carácter mentiroso, infame e inmundo de la furiosa y furibunda campaña (Ultra)Anti-K que sigue siendo sostenida hegemónicamente por los núcleos puros militantes de la derecha recalcitrante.

Es claramente necesaria la Ley de Medios y su aplicación efectiva de tal forma de aligerar el peso Clarinista a la hora de producción/mantenimiento de subjetividades, es necesario de que las voces tengan mas o menos los misma fuerza, y que estén al alcance de la mano de cualquier ciudadano, así es el ciudadano que elige que propuesta política lo satisface detrás de todo el abanico de propuestas políticas.

Si el limite esta en el pueblo, Clarín y todos sus sicarios de tinta aunque no tienen el poder absoluto(no son Dios)tienen una marcadísima influencia a la hora de delimitar(“marcar la cancha”) cuales son los limites de la política y por eso son el principal freno a cualquier política que pretenda darle aires frescos a la Argentina

Complejizando la situación un poco más podemos decir que la política se da “entre” el pragmatismo cínico y la ideología. Así también se da el voto entre los ciudadanos: hay quienes patean mas para el lado ideológico y otros que reman mas hacia el lado pragmático. En otras palabras: hay quienes siguen este proyecto más por una identificación con el movimiento y otros más por los beneficios que les reportan. No hay porque enojarse y poner un lado mas arriba del otro(poniendo lado ideológico=buenito/lado pragmático: caca y viceversa de un modo simple y maniqueo, sino entendiendo sus mutuas inter-relaciones, hay que ver que se enfatiza en la situacion de cada quien) ,si en nuestra vida se elige una y otra vez en ese “entre” en el cual nos movemos constantemente entre “principios” y “resultados”¿seria tan difícil de ver que en la política ocurre lo mismo de una forma mas compleja y multiforme?.

¿A dónde quiero llegar con todo este desarrollo?:a las PASO.Ahí vamos…

Las PASO han demostrado la legitimidad y el reconocimiento extraordinarios sobre la gestión de CFK, demás esta decir que estamos mas que contentos con este triunfo que en parte se debe(aunque no completamente)a la sangre derramada por Néstor. El análisis se complica porque sabemos que una parte de ese voto es pragmático(y esta bien que así lo sea:¿Ud votaría un candidato que es un inútil, pero con muy bellas ideas?.No seria muy sensato.)y otro tanto del voto es ideológico(que es mejor que el anterior voto respecto del apoyo sólido del proyecto en la marcha de la profundización, porque implica una identificación con el modelo además de ser un soporte mas firme para cualquier medida que tome el gobierno, desde ya: el voto ideológico no excluye al pragmático, lo integra en el).Las ultimas elecciones se y han caracterizado por un profundo corte de boleta que nos parece una buena señal de concientización sobre el voto y el rol ciudadano sobre el: hacer discriminaciones en vez de largar el voto completo(que es mucho mas cómodo y era una medida habitual desde el regreso de la democracia a la hora de votar)implica un mayor rol de elección y de politización conciente en esa elección, aun con todas las falencias del sistema democrático(demás esta decir que se necesita de cierto capital económico además de capital social-contactos-para lograr posicionarse en una buena posición para siquiera ser electo en una lista, ni que hablar en las urnas).

Las PASO por otro lado produjeron un salto democrático en el sentido en que todos los candidatos pudieron ser conocidos gracias al espacio publicitario gratuito que se les otorgo, de tal manera que uno siendo bombardeado durante todo el día con esa información podía conocer los candidatos y si se interesaba podía profundizar la búsqueda sobre las propuestas políticas(es mas que sabido en publicidad que un producto debe ser medianamente conocido para poder ser consumido, el “consumidor” debe poder conocer que tiene “esa” opción; lo mismo se aplica al votante).

Queremos profundizar mas que nada el apoyo social para que no vuelvan a ocurrir cosas como la 125,una medida justa y razonable que impedía la sojizacion de la Argentina(tendencia al monocultivo, además de quebrar los otros cultivos y los campos ganaderos con la consecuente inflación de precios que eso conduciría).sabemos que el limite es el pueblo, y es por eso que hay que luchar para correr ese limite tal como lo hicieron Néstor y Cristina durante estos años, y particularmente de forma intensiva después de la 125.


Por  eso desde la JJL entendemos que la practica política no es pura ni prístina, sino espesa y confusa, donde se confunden una y otra vez variando según la coyuntura la pragmática con la ideología, de aquí que no nos importe meter las manos en el barro como tantas veces se ha disparado contra la agrupación, sino que entendemos que podemos permitirnos quebrar algunos principios morales si nos reportan un beneficio y mayor incidencia sociales(además de estar a la altura del enemigo que no son “profesores de ética”,ni “conejitos buenudos”,ni “unicornios amables”,sino seres infames y oscuros que no poseen ninguna moralidad) que andar caminando con la frente en alto. Para ser buena gente hay muchas ONG’s que están predispuestas a aceptarnos si queremos una conciencia limpia; aceptamos lo que es el juego de la política porque nos interesa ampliarnos y ampliar la JJL, no necesitamos que nos machaquen un republicanismo berreta de señora de barrio que todo el tiempo, vía critica en voz alta con el pecho inflado que “se horroriza ante la horrible política”. A la realidad solo le importa la realidad, no los sistemas morales de las imaginaciones de cada quien.

Por lo menos cuando esas imaginaciones no logran volcarse al mundo para negarlo.
 Y a la juventud le es intrínseco negar… 

Ignacio Pereyra

festejos en casa de gobierno Tucumán