lunes, 1 de agosto de 2011

Hijos de la Pacha


Hoy resuenan por doquier, en los espacios de militancia del campo nacional y popular, ciertas palabras que parecieran ser un fin en sí mismo, autosuficientes, se las pronuncia y encuentra la aceptación automática en todo el campo de la militancia genuina.

 El abracadabra kirchnerista nos convierte asiduamente en prestidigitadores de la política, en medios de aquellas renombradas frasecillas autosuficientes. Vemos:
La que aparece en los cánticos, los diarios, los discursos, la "vedette": La profundización.
Asentimos, si (pero no automáticamente), profundizamos qué; desde la JJL objetamos que hay políticas públicas que de ser más "profundas" nos dejarían  parados literalmente sobre la nada. 

Resulta evidente que la gestión de nuestros recursos naturales deja mucho que desear, y no solamente desde un aspecto económico o netamente político, no implica correr a asociarse a la "pazverde", ni desencadenar una psicosis ante gobiernos de turno por plantas de tratamiento RSU y otras yerbas. La cuestión es, más bien, de raíz, aquí nos centramos. Raíces, cosmovisiones ancestrales.

Reivindiquemos el respeto por esas causas de las que venimos resistiendo hace cinco siglos, la Tierra no es nuestra (mucho menos de ellos), somos de ella. Somos sus hijos, y ese en nuestro rol. No seamos nuestra propia Inquisición no seamos los responsables de acabar con las verdaderas riquezas de este mundo, las cuales no se encuentran en el producto bruto de un país ni mucho menos en los metales ni piedras preciosas, reconozcamos que esta riqueza va más allá de cualquier rentabilidad y de cualquier posible inversión. Esta riqueza nos dio la vida, esta riqueza no es negociable, pues así como todo hijo cuida con su vida a su madre, la mamatierra nos exige este mismo sacrificio. 
Madre hay una sola. Pachamama también. 
  
Nuestra trinchera está en el Norte argentino, para dar la batalla cultural al sistema capitalista, es necesario (casi de carácter urgente) tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos, es imprescindible la articulación organizada de una fuerza regional que permita desbaratar ese falso federalismo que se predico y predica por estos días. 

Estamos cansados de los sellos sin contenidos, de las flores de invernadero, de las religiones heredadas; nuestra lucha y construcción tiene su origen en las profundidades de la tierra, antes: cuando se oía el viento y no el tumulto, cuando nos arraigábamos en las altas cumbres, cuando éramos todos, sin ellos. Transloquemos el antes en un ahora. Despleguemos las alas del cóndor y veamos desde las alturas los pasos a seguir, pues tenemos un norte: el sur, y no es simple coincidencia el color de nuestra bandera sea ese verde libertario  de pura Pachamama y esperanza.   

Desde la JJL nos resistimos a ser piezas del engranaje de una maquinaria opresora que obstruya el impulso creativo intrínseco en nuestro ser, somos los fines en sí mismos, somos pura lucha y corazón que renace de la sangre de nuestros hermanos derramada en las entrañas de nuestra gran madre.

Justicialismo Libertario Calchaquí

2 comentarios:

  1. Vuelvan a vivir en bolas y con flechas, indios tucumanos giles.
    VENITE A LA CABA QUE ME HACE FALTA UNA EMPLEADA.

    El pacuy

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  2. en las montañas las trincheras

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