miércoles, 21 de abril de 2010

Nuestra libertad es inquebrantable


Desde lo apolítico hacia lo estrictamente político. Desde lo incoherente hacia la coherencia más pura de nuestras convicciones. Porque lo que sentimos y actuamos nace de la pasión de encaminar un presente al que vemos con síntomas saludables de justicia social. Y también con aires de combatir contra los enemigos de siempre, los de acá y los allá, los que quieren ser amigos y meros servidores de los grupos económicos que nos desvastaron, antipatrias que sólo apuntan su mirada por arriba de nuestros recursos básicos y en sentido favorable a sus mezquinos intereses.

Porque nuestro líder, el de siempre, alguna vez dijo: “El año 2000 nos encontrará unidos o dominados”. Y hoy, como en cada una de sus apreciaciones y predicciones, comprobamos cuanta razón tenía. Hubo falsos profetas y banderas que nos llevaron a mirar por encima de las consignas que con tanta dedicación y hasta con amor paterno nos legó el general Perón.

Hoy se respiran vientos de liberación y también de trincheras políticas. Porque se volvió a embestir contra esos intereses que vieron convertirse en obesos sus bolsillos con el sudor del pueblo argentino. Sentimos la responsabilidad de enfilarnos en esta lucha, con la doctrina peronista como guía física y espiritual de cada uno de nuestros movimientos. Creemos en el trabajo, en la igualdad de oportunidades, en la salud pública, en la educación para romper barreras. Creemos en el pueblo: el único heredero de nuestro querido General.

Confiamos en cada una de nuestras acciones y también en nuestros errores. Porque tenemos la plena seguridad de todos nuestros movimientos, que tienen origen en el fervor. Siempre con el objetivo de, desde el lugar que se le asigne a cada compañero, ayudar a hacer crecer esta Nación, que alguna vez vio la gloria y que tan bastardeada estuvo por tener tanta traición al frente.

Nuestra lealtad es inquebrantable. Y por eso nos unimos. Porque nuestro General lo repitió hasta el cansancio: “La Liberación de la Patria no es tarea de una sola generación, sino de varias”. Por eso plantamos bandera. Por eso en Tucumán, cuna de la liberación y nada es casualidad, hoy existe la Juventud Justicialista Libertaria. Y el que quiera cuestionar nuestro compañerismo y lealtad, chocara contra el enemigo mas duro que puedan enfrentar. Viva Peron, Evita, y encaminemos de una vez por todas a esta tierra bendita hacia la soñada Patria Socialista.

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