COMBATIENDO AL CAPITAL

Cuando en la JJL, adoptamos como slogan de nuestra bandera, la frase de esta marchita que genera tanto amor como odio, lo hicimos comprendiendo que no basta con combatir el capital financiero, meramente desde una lucha “antiimperialista” típica. Por eso adoptamos una concepción mas abarcativa del término, y es la que propone Bourdieau.

Porque fundamentalmente, lo que la JJL pretende es combatir lo que el francesqueescribetextosinententendibles llama “el capital cultural”… entendiendo por “capital cultural” a aquel que se interioriza, fundamentalmente, por medio de las practicas sociales y las instituciones. En cuanto a las prácticas sociales, resultan determinantes las conversaciones escuchadas en las colas de banco y las charlas con taxistas que escuchan radio Mitre, tomadas las mismas por válidas considerando que“los tacheros tienen mucha calle”(?). Y en cuanto a la incidencia de las instituciones en la determinación del capital cultural; la familia, la escuela, y los medios de comunicación, también suelen hacer lo suyo: estragos.

Y en ese intento de derribar el monopolio discursivo es que nos reconocemos como libertarios; y para ello, para salir del dogmatismo que solo relaciona lo libertario con Severino Di Giovani, Kurt Wilkens, Camilo Cienfuegos y demáses, rescatamos un concepto fundamental de Joao Batista Araujo, el concepto de “anarkias organizadas” , las cuales según el carioca, “…se caracterizan por ser organizaciones sin objetivos y valores claros, inconsistentes y mal definidos, cuya realización depende de la participación espontánea de sus miembros en cuanto a volumen de tiempo y esfuerzo que dedican a las diversas decisiones. Las funciones son, a diferencia de las burocracias, de gran movilidad, generando vaivenes en el proyecto, falta de constancia y pérdida de esfuerzos colectivos dados en programas y proyectos coyunturales y de corto plazo. La toma de decisiones oscila entre diferentes miembros del grupo y bajo criterios que nadie conoce a ciencia cierta y que frecuentemente obedecen a puntos de vista e impresiones del momento de que se trata, notándose una falta de coordinación en todos los planos. El poder de decisión se distribuye de manera formidable, a veces. Al no estar definido un cargo, al faltar información sobre la manera en que operan otros, al no tener mecanismos precisos de coordinación, la superposición de tareas, la improvisación e incluso la arbitrariedad pasan a primer plano…”

Y explico esto porque hasta el día de hoy, el nombre de nuestra agrupación sigue siendo objeto de risas, burlas, cuestionamientos y planteos, que generalmente suscitan algún debate, que no estamos en condiciones de debatir debido a nuestra capacidad intelectual limitada, quizás por culpa de la tinellización de la cultura neoliberal, y el exceso de tetrabrik que condicionaron nuestro crecimiento. Pero bueno… quizás eso es lo que nos diferencia de aquellos intelectuales que siempre fracasaron en sus intentos de acercamiento al pueblo, y es eso mismo lo que nos llevará a conseguir, o morir en el intento, la tan ansiada justicia social.