“los nuevos anarkistas solo pueden ser anarkistas desde la mas irreverencial falta de respeto por el anarkismo instituido… abandonar las viejas cartas de navegación y no ofrecer resistencia a las mutaciones ahí esta el reto, admitir que el anarkismo deja de ser anarkismo tan pronto como se hereda” T omas IB.
La lucha sabíamos era desigual, los grandes monopolios forman una masa amorfa de individuos desmemoriados, un conjunto de repetidores que adopta la “opinión calificada” de los medios para no tomarse el trabajo de formar la suya propia.
Algunos compañeros venían de la solitaria y loable militancia acrata, otros estaban definitivamente identificados con la mística peronista, también se sumaron amigos del socialismo y los changos del barrio, que aunque su experiencia militante era nula, se pusieron la camiseta de la libertaria y defendieron patrióticamente el modelo nacional y popular.
La acción vino primero y la doctrina después, los cipayos vende patria no esperaban ni daban tregua , bajo el lema del campo se alineo la iglesia y bajo su cruz lo mas salvaje de nuestra oligarquía, nuestra formación estaba obligada a gestarse en el ruedo, en la cancha.
Peronistas y anarkistas renegaban de nuestro nombre, otros se lo tomaban con humor, en el seno del partido quizás con desconfianza, no faltaron las agrupaciones ya constituidas que quisieron poner fin a nuestra insolencia y sumarnos a sus filas ortodoxamente organizadas, pero no claudicamos, vinimos para quedarnos y seguimos creciendo.
Evidentemente hacia falta un nuevo espacio, sin padrinos políticos, sin la pobreza mezquina de la verticalidad, de la orden, con el alma de la discusión y la horizontalidad, supliendo los recursos materiales con trabajo e ideas, pateando el barrio, ranchando sin prejuicios ni preconceptos.
Apoyaremos a Nestor y Cristina en el 2011, pero jamás seremos obsecuentes, conocemos mejor que nadie nuestras falencias, pero tampoco las vamos a ventilar ahora dándoles de comer a la oposición. SABEMOS QUE ES NECESARIO EL CAMBIO en la gestión de nuestros recursos naturales.
Es en este sentido es que alzamos las banderas verdes e incorporamos a nuestra militancia el concepto de ECOJUSTICIALISMO o peronismo verde, sintetizando así el crecimiento de nuestro país pero sustentable y equitativamente sin lastimar a nuestra madre tierra.
Estamos convencidos de que la unión de los pueblos latinoamericanos nos dará la fuerza para lograr la segunda independencia y nuestro trabajo y militancia llevaran a esta nueva generación a la patria grande, justa y soberana.